“Que hablen de mí, aunque sea mal”

El pasado 26 de enero muchos pudimos ver por Internet la entrega de los premios musicales Grammy 2014. El gran momento de la gala fue, como no, una actuación. La de los raperos Mucklemore y Ryan Lewis junto  a dúo con la reina del pop, Madonna, en la que a mitad de la canción, salió la actriz Queen Latifa ofició una boda multitudinaria de 34 parejas. Esto fue un

acto reivindicativo a favor del matrimonio homosexual.

No es nada nuevo que en este tipo de entregas de premios se aproveche, no solo para “lucir palmito” y, si hay suerte, recibir un premio, también para llamar la atención o crear polémica.

No hace muchos meses atrás, Miley Cyrus ha ido sembrando la polémica cada vez que actuaba en galas de premios. Como olvidar el “show” que montó con el cantante Robin Thicke en los premios VMA (Video Music Awards) con la que dejó a media sala con cara de susto. Unas semanas más tarde, en los premios EMA (Europe Music Awards) celebrados en Amsterdan, ni corta ni perezosa, la ex Hannah Montana decidió fumarse un cigarro de marihuana a la vez que recibía un galardón.
rs_523x338-130826082753-will_smith

porromiley

Pero esto de crear polémica en las entregas de premios no es nuevo y no solo hay ejemplos en EEUU. En España, la gala de los Goya es casi un símbolo de protesta. Año tras año ocurre algo que ocupa muchos titulares al día siguiente. Casi como tradición, cada año saltaba al escenario algún espontáneo, como Jimmy Jump y su barretina en 2012; en 2007 unos especialistas de cine fingieron quemarse “a lo bonzo” para denunciar las condiciones laborales de los especialistas; y en 2004 otro espontáneo mucho más reivindicativo saltaba al escenario con una pancarta que recordaba los 10.000 muertos en la guerra de Irak.

El famoso grupo reivindicativo Anonymous, en 2011, con motivo de la aplica

ción de la Ley Sinde, se agolparon con sus caretas a la entrada del lugar donde se celebran los Goya y para rematar hackearon la web de la Academia del Cine. En esa misma gala, el ex presidente de la Academia del Cine, Alex de la Iglesia, en su discurso como presidente, se posicionó claramente en contra de la ley y al día siguiente dimitió.

anonymous

Otro momento que aprovechan los actores para reivindicar, es el discurso para agradecer el premio. Unos atacando al Opus Dei, como el director del film “Camino”; otros, como Isabel Coixet contra la inhabilitación del juez Garzón y en 2003 la platea entera de actores se unió para corear el lem

a “No a la guerra”. Esa fue la “guerra de los Goya por la paz”, anunciaban los periódicos al día siguiente.

“Que hablen de mi, aunque sea mal” dijo Oscar Wilde en el S.XIX. Ya predijo la tendencia que seguiría la sociedad. Que Miley Cyrus se fumará un porro hizo que los medios hablaran de ella durante semanas; que Alex de la Iglesia dimitiera le creó una buena imagen por parte de sus compañeros de oficio; y el último caso de la boda multitudinaria refuerza la imagen de Madonna y los raperos Mucklemore y Ryan Lewis como files defensores del matrimonio homosexual. Es el mundo del espectáculo en el que tienen que crearse una imagen y proyectar una personalidad que atraerá a unos y alejará a otros.

 

Artículos relacionados

20

Feb
China

Creación de la Cátedra Zeumat de Comercio Exterior y Relaciones Internacionales de la Universidad de Zaragoza

La firma del convenio para la realización de la Cátedra Zeumat de Comercio Exterior y Relaciones Internaciones por parte Luis Rubio, administrador de Zeumat, y Gloria Cuenca Bescós, Vicerrectora de Transferencia e Innovación Tecnológica, marca un hito significativo en la colaboración académica y empresarial entre las dos entidades. Es una colaboración estratégica destinada a promover el intercambio[...]